martes, 14 de diciembre de 2010

MUSEO DEL PUERTO DE INGENIERO WHITE

Entrada al Museo del Puerto de Ingeniero White


Visitar un nuevo museo puede convertirse en una experiencia sumamente gratificante, sobre todo para los amantes de los museos, es el caso del Museo del Puerto de Ingeniero White, localidad pegada a Bahía Blanca.

Junto a un grupo de Museólogos y estudiantes avanzados de la carrera de Museología del ISFT N°8 de La Plata, tuvimos la satisfacción de visitar y descubrir un museo diferente, un museo verdaderamente comunitario, un museo del cual mucho habíamos hablado y leído durante nuestra formación como Museólogos, pero todo quedaba en la teoría, faltaba conocerlo, se vuelve dificil imaginar un museo como el de White.

Aquella persona que lo visite por primera vez, se encontrará con un edificio y un entorno perfecto, no puede ser otro el lugar para alojar el museo, no existe ruido visual ni sonoro, todo es equilibrio, nada perturba ese momento tan especial del primer encuentro.

Una vez dentro, el visitante se encuentra con la cocina del museo, un espacio donde convive lo inmaterial junto a lo material, es un disfrute para los sentidos, acordeón, tortas y chocolate fue la oferta de la tarde del domingo, a eso debo sumarle una yapa, las varias historias del White de antaño que me conto "la piba" que con sus 93 años recibe a los visitantes cada tarde los fines de semana y es una de las integrantes de la Comisión de Amigos del Museo. La cocina del museo es el soporte del mensaje que el museo transmite, es la memoria del puerto, de sus inmigrantes, sus pescadores, de esas personas que hicieron y hacen el White cotidiano y están presentes en cada receta, en cada canción, en cada relato, en cada plantín, en cada rincón. 



La exposición permanente del museo se encuentra en varias salas, es una exposición crítica, donde a través de diferentes recursos museográficos se ejercita la memoria de una comunidad que se ve reflejada al igual que en un espejo. Una memoria completa, autentica, sin fragmentaciones, identidad es lo que abunda. Estamos ante un museo que no vive solo del pasado, sino que el presente y el  futuro son los pilares de su existencia.

Felicitaciones a todo ese equipo que trabaja día a día por la memoria y la identidad de su gente, y  por un museo al que dan ganas de volver siempre.

José Manuel Paladino Geist
             Museólogo